Ensalada de Atún
Ibéricos Tejavana • 19 de abril de 2024
Ensalada de Atún de la Almadraba en aceite de oliva

2 latas de atún en aceite de oliva
1 lata de maíz dulce
1/2 cebolla morada, finamente picada
1/2 pimiento rojo, cortado en cubitos
1/2 pimiento verde, cortado en cubitos
1 tomate, cortado en cubitos
1 pepino, cortado en cubitos
2 cucharadas de aceitunas negras, rebanadas
2 cucharadas de cilantro fresco, picado (opcional)
3 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de jugo de limón
Sal y pimienta al gusto
Instrucciones:
En un tazón grande, combina el atún escurrido, el maíz dulce escurrido, la cebolla morada, los pimientos, el tomate, el pepino, las aceitunas y el cilantro (si estás utilizando).
En un tazón pequeño, mezcla el aceite de oliva, el jugo de limón, la sal y la pimienta para hacer el aderezo.
Vierte el aderezo sobre la ensalada y mezcla suavemente para combinar todos los ingredientes.
Prueba y ajusta la sazón según sea necesario.
Refrigera la ensalada durante al menos 30 minutos para permitir que los sabores se mezclen antes de servir.
Sirve la ensalada de atún en conserva fría como plato principal o como guarnición. ¡Disfruta!
Esta ensalada es perfecta para un almuerzo ligero o una cena rápida y saludable. ¡Espero que la disfrutes!

Ingredientes: 4 huevos 100g de jamón ibérico en lonchas 4 patatas medianas Aceite de oliva virgen extra Sal al gusto Instrucciones: Preparación de las patatas: Pela las patatas y córtalas en rodajas finas o en tiras delgadas. En una sartén grande, calienta suficiente aceite de oliva virgen extra para freír las patatas a fuego medio-alto. Fríe las patatas hasta que estén doradas y crujientes. Retíralas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sazona con sal al gusto. Preparación del jamón: Mientras las patatas se están friendo, corta el jamón ibérico en tiras o trozos pequeños. Preparación de los huevos: En la misma sartén donde freíste las patatas, cocina los huevos. Puedes hacerlos fritos o escalfados, según tu preferencia. Montaje: Coloca las patatas fritas en un plato grande o en platos individuales. Distribuye el jamón ibérico sobre las patatas. Coloca los huevos cocidos sobre el jamón ibérico. Rompe ligeramente las yemas de los huevos para que se mezclen con las patatas y el jamón. Sirve inmediatamente para que los huevos estén calientes y las yemas se mezclen con los demás ingredientes. ¡Y eso es todo! Disfruta de este delicioso plato de huevos rotos con jamón ibérico, ¡te encantará!

Existen varios mitos y percepciones erróneas acerca de la grasa del jamón, especialmente en relación con su impacto en la salud y la dieta. Aquí hay algunos de los mitos comunes sobre la grasa del jamón: Todas las grasas son malas: Este es un mito común en el que se asume que todas las grasas son perjudiciales para la salud. Sin embargo, no todas las grasas son iguales. El jamón ibérico, por ejemplo, contiene ácidos grasos monoinsaturados, que pueden ser beneficiosos para la salud cardiovascular cuando se consumen con moderación. La grasa del jamón es poco saludable: Aunque el jamón puede tener una cantidad significativa de grasa, gran parte de esta grasa es insaturada, que es más saludable que las grasas saturadas. Además, el jamón ibérico de bellota contiene ácido oleico, que es un tipo de grasa monoinsaturada similar a la que se encuentra en el aceite de oliva, conocido por sus beneficios para la salud. La grasa del jamón aumenta el colesterol: Si bien es cierto que el jamón contiene grasa, no todos los tipos de grasas aumentan el colesterol en la misma medida. Las grasas monoinsaturadas, como las que se encuentran en el jamón ibérico, pueden ayudar a aumentar el colesterol HDL (colesterol bueno) y disminuir el colesterol LDL (colesterol malo) cuando se consumen dentro de una dieta equilibrada. Deberías eliminar completamente la grasa del jamón: Algunas personas creen que la grasa del jamón debe eliminarse por completo antes de consumirlo para reducir la ingesta de calorías y grasas. Sin embargo, la grasa del jamón puede aportar sabor y jugosidad al producto, y si se consume con moderación, no tiene por qué ser perjudicial para la salud. El jamón bajo en grasa es mejor: Si bien el jamón bajo en grasa puede ser una opción para aquellos que desean reducir su ingesta de grasas, es importante tener en cuenta que a menudo se le añaden otros ingredientes para mejorar su sabor y textura, como el sodio y los conservantes, lo que puede no ser tan saludable como el jamón natural. En resumen, la grasa del jamón no es necesariamente algo malo y puede formar parte de una dieta equilibrada cuando se consume con moderación. Es importante optar por variedades de jamón de alta calidad y disfrutarlo como parte de una dieta diversa y balanceada.

Ingredientes: 100 g de jamón picado Tejavana 50 g de mantequilla 1/2 cebolla, picada finamente 1 diente de ajo, picado finamente 500 ml de leche 75 g de harina Sal y pimienta al gusto Pan rallado Huevo batido Aceite para freír Instrucciones: En una sartén, derrite la mantequilla a fuego medio. Agrega la cebolla y el ajo picados y cocínalos hasta que estén suaves y transparentes, sin dejar que se doren demasiado. Añade el jamón picado Tejavana a la sartén y saltea durante unos minutos hasta que esté fragante. Incorpora la harina a la sartén y mezcla bien con la mantequilla y las verduras para formar una especie de roux. Cocina la mezcla durante un par de minutos para que la harina pierda el sabor a crudo. Comienza a agregar la leche poco a poco, mientras revuelves constantemente para evitar la formación de grumos. Cocina la mezcla hasta que espese y se forme una bechamel suave y homogénea. Esto puede llevar unos 10-15 minutos a fuego medio. Una vez que la bechamel tenga la consistencia deseada, sazónala con sal y pimienta al gusto y retírala del fuego. Deja que la mezcla se enfríe completamente. Cuando la mezcla esté fría y firme, forma las croquetas con las manos. Puedes darles la forma que prefieras: redondas, alargadas, etc. Pasa cada croqueta primero por huevo batido y luego por pan rallado, asegurándote de cubrirlas completamente. Calienta abundante aceite en una sartén o freidora a fuego medio-alto. Fríe las croquetas en lotes hasta que estén doradas y crujientes por fuera, unos 2-3 minutos por lado. Retira las croquetas del aceite y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. ¡Y listo! Sirve las croquetas de jamón calientes como aperitivo o como acompañamiento de tus platos favoritos. ¡Disfrútalas! HAZTE YA CON LOS TQUITOS DE JAMÓN

Ingredientes: 200g de morcilla (puedes ajustar la cantidad según tu preferencia) 4 huevos 2 cucharadas de aceite de oliva (o mantequilla) Sal y pimienta al gusto Perejil fresco picado para decorar (opcional) Instrucciones: Preparar la morcilla: Retira la piel de la morcilla si es necesario. Puedes desmenuzarla o cortarla en trozos pequeños, según tu preferencia. Cocinar la morcilla: Calienta una sartén grande a fuego medio y añade la morcilla. Cocina la morcilla, revolviendo ocasionalmente, hasta que esté dorada y cocida por completo. Esto debería tomar unos 5-7 minutos. Si la morcilla contiene mucha grasa, puedes verter un poco de la misma fuera de la sartén durante la cocción. Batir los huevos: Mientras la morcilla se cocina, bate los huevos en un tazón grande. Añade una pizca de sal y pimienta al gusto. Cocinar los huevos revueltos: Cuando la morcilla esté lista, retírala de la sartén y resérvala. En la misma sartén, añade el aceite de oliva o la mantequilla y caliéntalo a fuego medio. Vierte los huevos batidos en la sartén y cocina revolviendo constantemente con una espátula. Continúa cocinando los huevos hasta que estén cocidos pero aún un poco cremosos. Esto debería tomar unos 2-3 minutos. Combinar la morcilla y los huevos: Una vez que los huevos estén listos, agrega la morcilla cocida de nuevo a la sartén y mezcla bien con los huevos revueltos. Cocina por un minuto adicional para asegurarte de que la morcilla esté bien caliente. Servir: Retira la sartén del fuego y sirve los huevos revueltos con morcilla caliente. Opcionalmente, espolvorea un poco de perejil fresco picado por encima para decorar. ¡Y listo! Disfruta de esta deliciosa y reconfortante receta de morcilla con huevos revueltos como un desayuno abundante o una comida satisfactoria en cualquier momento del día. ¡Buen provecho! HAZTE CON ELLA AQUÍ

Queso de Cabra Curado Tejavana Frito: Ingredientes: 200g de queso de cabra curado Tejavana 1 huevo 1/2 taza de pan rallado 2 cucharadas de aceite de oliva (para freír) Sal y pimienta al gusto Salsa opcional para acompañar (como salsa de arándanos, miel o mermelada de frutos rojos) Instrucciones: Preparación del queso: Corta el queso de cabra curado Tejavana en rodajas de aproximadamente 1 cm de grosor. Condimenta las rodajas de queso con un poco de sal y pimienta al gusto. Preparación del rebozado: En un plato hondo, bate ligeramente el huevo. En otro plato, coloca el pan rallado. Rebozado del queso: Toma cada rodaja de queso de cabra curado Tejavana y pásala primero por el huevo batido, asegurándote de cubrirla completamente. Luego, coloca la rodaja de queso cubierta de huevo en el plato con pan rallado y presiona suavemente para que se adhiera el pan rallado por todos lados. Repite este proceso con todas las rodajas de queso. Fritura del queso: Calienta el aceite de oliva en una sartén a fuego medio-alto. Una vez que el aceite esté caliente, coloca con cuidado las rodajas de queso rebozado en la sartén. Fríelas por unos 2-3 minutos por cada lado, o hasta que estén doradas y crujientes. Servir: Una vez que las rodajas de queso estén fritas, retíralas de la sartén y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Sirve el queso de cabra frito caliente, acompañado de la salsa de tu elección. Puedes usar salsa de arándanos, miel o mermelada de frutos rojos para un toque delicioso. ¡Y listo! Ahora puedes disfrutar de este delicioso queso de cabra frito como aperitivo o como parte de una comida. ¡Buen provecho! HAZTE YA CON TU QUESO CURADO DE CABRA TEJAVANA AQUÍ